miércoles, 6 de marzo de 2013

Soltando lastre

Mi cabeza da vueltas a un ritmo insoportable. Realmente no se si es el hecho de quitármelo de encima lo que me provoca esta extraña lucidez. 
Quizás no he querido ver en todo este tiempo qué poco necesitaba lo que tu me dabas. No eran mas que migajas de lo que te sobraba. Y yo he estado mucho tiempo, ahora sé que demasiado, recogiendo esos pequeños trozos y convirtiéndolos en delicias.
Cuando algo sobra, es necesario deshacerse de ello. Cuando tu no me das lo que quiero, es el momento de que te vayas. No sé si alguna vez llegué a sentir algo. Puede que solo me haya dedicado a alimentar una farsa, esta cruel mentira que hemos construido juntos. Tus palabras ya me suenan lejanas, vagas y sin contenido. Al menos hoy sí que me has hecho sentir algo. Un gran alivio. 
Hoy, ahora, he conseguido entender que estaba buscando en ti algo que jamás ibas a darme. Ha sido culpa mía, no tuya. Me he engañado a mi misma buscando en ti algo que había perdido. 
El amor es cruel. La falta de amor es peligrosa. Te puede hacer ver cosas que no tienes, has tenido o tendrás. Te puede llevar a ver a alguien que en realidad no existe, ha existido o existirá.
Y, al final, la única conclusión que puedo extraer es que, no se trata de tener cerca a la gente a la que tu te mereces, sino que, en realidad, el planteamiento es al revés: todo se basa en quien se merece que tú estés en su vida.